jueves, 22 de enero de 2015

Sonata de Kreutzer

Complicidad de Beethoven y Tolstoi en un femicidio.





León Tolstoi por Nesterov Vasilyevich (1907)
Beethoven por Ferdinand Wadmüller (1823)
















                                                      





Sonata Nº 9 para violín y piano op. 47 (Ludwig Van Beethoven)


Patricia Kopatchinskaja y Fazil Say - 14 de agosto de 2013

Gran impresión causó en el ánimo de León Tolstoi esta obra cuando la escuchó por primera vez en la Rusia de fines del siglo XIX. Tanto es así que, conmovido por estas sensaciones  provocadas y ante una propia vida matrimonial decadente, escribe una novela a la que dió el mismo título que la composición inspiradora de Beethoven.
Una obra de arte que inspira a otra y así, sucesivamente, y en diversas generaciones y ramas de la cultura surgen historias que finalizan solo para que otra comience.    


Reflexivo y apesadumbrado, Pozdnyshev, busca entre los vagones del tren el perdón que lo alivie. Cuenta su penosa historia de celos y crimen, de cómo puso fin a un desdichado matrimonio y de lo que sintió al escuchar a su esposa interpretar en el piano junto al violinista Trujachevsky la "Sonata de Kreutzer". Con una sola puñalada la mató  y cambió todo para siempre. En el juicio fue absuelto, entendieron que era un marido engañado que mató en defensa de su honra ultrajada; pero... no era sólo eso, había algo más! La crítica a la institución del matrimonio, la puesta en duda de algunas creencias arraigadas y los interrogantes sobre el sistema educativo, promotor de las desigualdades entre hombres y mujeres (diríamos hoy una crítica al machismo cultural imperante), le valieron la censura por largos años, tanto en Rusia como en Estados Unidos, donde la obra estuvo prohibida y condenada (sin éxito, claro está) al olvido.

Pintura: René Xavier Prinet (1901) inspirada en la sonata y en la novela


Dice Tolstoi, en boca de Pozdnyshev, sobre la obra musical:

"––Tocaron la Sonata a Kreutzer, de Beethoven ­­––continuó contando––. Conoce usted el primer presto ¿Lo conoce?––exclamó––. ¡Uh! Uuu… ¡Qué cosa tan terrible esa sonata, precisamente este presto! ¡Y qué cosa tan terrible la música en general! ¿Qué es? No comprendo. ¿Qué es la música? ¿Qué hace? ¿Por qué hace lo que hace? Se dice que la música influye en el alma para elevarla. ¡Tontería! ¡Mentira! Influye, sí, influye espantosamente (hablo por mi cuenta), pero no de una manera ennoblecedora. … ni ennoblecedora ni envilecedora, sino de una manera irritante. ¿Cómo diría yo? La música me hace olvidar mi situación verdadera; me transporta a un estado que no es el mío, bajo su influjo me parece que siento lo que en realidad no siento, que comprendo lo que no comprendo, que puedo lo que no puedo."